UNIVERSIDAD
DE LAS FUERZAS ARMADAS ESPE
Nombre: Galo Arévalo
Mónica Amanta
Deyvi Asqui
Stalin Carvajal
Evelyn Cadena
Grupo N° 1
Preguntas
a)
POR
QUÉ ESCOGÍ ESTE PERSONAJE
Se escogió a este personaje ya que fue
un pilar muy importante en la historia del Ecuador y de la universidad de las
fuerzas armadas ESPE. El Gral. Comandante de la Fuerza Terrestre ecuatoriana
siempre mostró su Pasión por la patria, el ejército, las FFAA, y principalmente
por el pueblo ecuatoriano.
Así mismo demostró el gusto
hacia la pedagogía (educación), la agricultura. Fue mentalizador, colaborador,
propulsor y catalizador para la creación del instituto IASA (Instituto Agrícola
Superior Andino) de la ESPE y por sus grandes cualidades se distinguió por su lealtad, disciplina,
determinación y dignidad ante sus superiores y por su Justicia y respeto para
sus subalternos. Estas nobles cualidades lo caracterizaron a lo largo de toda
su carrera militar y es inspirador conocer a fondo la historia de este hombre
tan ilustre.
a) ¿CÓMO FUE SU
ENTORNO FAMILIAR?
Estirpe y casta del ejército
ecuatoriano de vanguardia.
Características, semblanza, rasgos y
atributos de Carlomagno Andrade:
Nacionalidad: Ecuatoriano
Lugar de Nacimiento: Quito
Gentilicio: Quiteño
Profesión: Militar del ejército
ecuatoriano
Rango: Gral. Comandante de la Fuerza Terrestre
ecuatoriana
Estatura: más de 1.85 m.
Piel: Blanca
Ojos: claros
Su Pasión: la patria, el ejército,
las FFAA, el pueblo ecuatoriano y el paracaidismo.
Gustos: la pedagogía (educación), la
agricultura.
Comando: Paracaidista, Boina Roja,
fuerzas especiales.
Estirpe, Élite de las FFAA
ecuatorianas
Experiencia en Guerra: Comandante y
combatiente en Paquisha en 1981. (Conflicto armado: Ecuador - Perú).
Año de Nacimiento: 1939
Año de Fallecimiento: 1992, en un
accidente aéreo, él tenía 53 años.
Su padre fue don Carlos Alberto
Andrade Sosa, hombre de una profunda fe cristiana y de una auténtica convicción
religiosa. Participó muy activamente como miembro de la Congregación del Señor
de la Buena Esperanza. En su juventud se desempeñó como maestro de educación primaria
en la ciudad de Cuenca y se esperaba un futuro similar para su hijo, pero el
general tenía otros planes.
b) ¿CUALES
FUERON LOS PRINCIPALES SUCESOS A LA LARGO DE SU VIDA?
Pasadas todas las exigentes
pruebas físicas, intelectuales, psicológicas, médicas y las consecuentes
entrevistas de la familia con el meritísimo Director del Colegio, el ejemplar
coronel Jorge Gortaire, por fin, el 14 de Octubre de 1956, fue dado de alta
como cadete del Colegio Militar.
Dura fue la formación recibida en
el viejo Colegio de la Pradera. La conciencia de los especiales valores que
debían adornar a los oficiales para que sean capaces de soportar las fatigas de
la vida militar, de la campaña y, de ser el caso, de la propia guerra, así como
la certeza de que los jóvenes al egresar tendrían que desempeñarse como
auténticos líderes en las unidades militares, orientaba un régimen de exigencias
muchas veces drásticas, agravadas en no pocos casos por arbitrariedades en el
ejercicio de la autoridad, sustentadas en el marco de una mal entendida
tradición. Los tres primeros meses eran una especie de prueba de fuego:
internos, con apenas una tarde a la semana para visitas de los familiares, con
rutinas agotadoras de más de dieciséis horas diarias... Muchos jóvenes se
retiraban del Colegio a los pocos días de su Ingreso. Solamente una gran
vocación y autoestima podían sostener a quienes continuaban sus estudios
sabiendo que, aunque con ciertas atenuaciones posteriores, ese sería el régimen
para los próximos cinco años.
La vida del Cadete era de casi
completo aislamiento. Nunca se leía un periódico, no se podía tener una radio,
tampoco existía la televisión. Solamente el día domingo el Cadete se enteraba
de los acontecimientos de la semana.
Carlomagno fue un muy buen
Cadete. Todos quienes lo conocimos en aquella época lo recordamos como un joven
serio, responsable, reservado, que ejercía la autoridad con los cadetes de los
cursos inferiores sin acudir al abuso y la arbitrariedad, tan comunes en
jóvenes que tenían un poder que generalmente no correspondía a su edad y grado
de madurez. Nunca se le conoció un acto innoble; siempre se mostró comedido,
respetuoso y cortés.
Como estudiante fue normal.
Excepto el cuarto año en que tuvo que presentarse a rendir exámenes
supletorios, los demás los aprobó sin ninguna novedad. El 25 de julio de 1959
obtuvo su título de bachiller. El tribunal estuvo presidido por el entonces
mayor Luis Jácome Chávez, de quien sería años después Ayudante, en la Academia
de Guerra del Ejército. Lo conformaban esos extraordinarios profesores que tuvo
el Colegio en aquellos años: el Lcdo. Hernán Yépez Guerrero, el doctor
Francisco Acosta Yépez, el doctor Jorge Vallarino Donoso y el Dr. Raúl Gómez Jurado
Alarcón.
- Carlomagno Andrade, Oficial Subalterno
1961, año de la graduación de
Carlomagno Andrade de Oficial, fue testigo de acontecimientos decisivos en la
historia de la humanidad: el fracaso de la invasión norteamericana a Cuba, el
inicio de la construcción del muro de Berlín, la radicalización del
enfrentamiento bipolar, en lo externo. En lo interno, un nuevo fracaso
político del Velasquismo; los enfrentamientos fratricidas que, felizmente, no
trascendieron negativamente en la unidad de las Fuerzas Armadas, que abrazaron
distintas posiciones en la controvertida sucesión presidencial; y el
advenimiento de Carlos Julio Arosemena al poder.
Su primera destinación fue a la
frontera sur-occidental. Para los militares la provincia de El Oro, mártir
de la invasión peruana de 1941, es un símbolo y un compromiso. En esas
tierras hermosas y muy ricas, inscribieron sus nombres en la gloria la mayoría
de los héroes nacionales, huyo comportamiento ejemplar motivó la vocación de
quienes, desde que tuvimos uso de razón comenzamos a entender la enorme
tragedia que significó para nuestro país ese desgraciado acontecimiento bélico.
Por esas razones, como un complemento de la formación recibida en el Colegio
Militar, la mayor parte de los subtenientes, al graduarse. Eran y son
destinados a esa acogedora región. A Carlomagno le correspondió el pase la
ciudad de Arenillas, sede del Batallón Constitución.
- Carlomagno Andrade, Oficial Superior
Terminó su Curso en agosto de
1974 y fue luego designado a CAME -1, en el Valle de los Chillos, muy cerca de
la ciudad de Quito. Allí ascendió al grado de mayor y, requerido por la Escuela
de Perfeccionamiento de Oficiales, fue dado el pase a dicho Instituto, como
profesor, en abril de 1975.
Fue profesor de Táctica y lo hizo
muy bien; sus alumnos recuerdan la enorme dedicación que le puso a la cátedra,
tarea siempre complicada, tratándose de alumnos capitanes, profesionales
experimentados y exigentes con sus profesores.
Encontrándose de profesor en la
Escuela de Perfeccionamiento, inició estudios en la Escuela Politécnica del
Ejército. Se matriculó en Ingeniería Industrial, y posiblemente habría
culminado esa carrera de no mediar acontecimientos institucionales que motivaron
un nuevo pase a la frontera.
- Carlomagno Andrade En El Conflicto Bélico De
Paquisha (1981). Entre Ecuador Y Perú.
Carlomagno
Andrade Combatiente Y Comandante Del Agrupamiento "Cóndor", De
Las Fuerzas Especiales Del Ejército Y De La Infantería De Marina
Iniciaba el año de 1981. Nos
encontrábamos dedicados a la apasionante labor pedagógica, trabajando con los
futuros mandos del ejército, cuando se produjeron los primeros Incidentes
en la Cordillera de El Cóndor. Todo el ejército fue puesto sobre las armas.
Nuestros alumnos comenzaron a ser designados a completar las Unidades que
vertiginosamente se trasladaban a la frontera. Luego los profesores.
Inicialmente Carlomagno fue pedido por la Dirección de Logística, otros fuimos a
conformar el mando de la División de Ejército en El Oro. Cuando llegamos a
Machala nos enteramos que se había reforzado la Cordillera con elementos
de Fuerzas Especiales al mando del teniente coronel Carlomagno Andrade. Una vez
más, cuando se necesitaba alguien en quien se pudiera confiar para una misión
difícil, el mando acudía a ese Jefe militar, virtuoso y abnegado. Líder por
excelencia, al cual la Patria podía encargar su defensa sabiendo que no dejaría
nada por hacer para asegurarse el cumplimiento fiel de su misión.
a) COMO FUE SU EDUCACIÓN EN CASA Y SU EDUCACIÓN FORMAL
Carlomagno Andrade nació un 30 de
enero, el año de 1939 en Quito, ciudad conventual, recoleta y politizada,
centro de un poder político huérfano a la época del control económico, en lucha
esforzada aunque estéril por competir con la pujante burguesía de la Costa.
Quito ciudad de burócratas,
sacerdotes y militares, tan distante de los terribles acontecimientos que
estremecían a la humanidad. Ciudad hermosa, enclavada entre paisajes privilegiados,
acunada por montes y volcanes de singular belleza que parecen escoltarle como
gallarda guardia de honor.
Era, también, un centro educativo y
cultural que venían estudiantes de las diversas latitudes de la Patria, ya que
la democratización de la enseñanza y la laicidad permitían el acceso de cada
vez más amplios sectores de la población a Colegios de la categoría del Mejía,
del Juan Montalvo, del San Gabriel, regentado por los padres Jesuitas y del
Militar Eloy Alfaro, para varones; Manuela Cañizares y 24 de Mayo para mujeres.
Carlomagno nació en el centro
colonial y adusto de esta particular ciudad. En la parroquia de San Roque, en
la calle Manuel Quiroga. Después, por asuntos del trabajo de su padre. La
familia pasó a vivir en la parroquia La Magdalena. En el sur de la ciudad. Esta
circunstancia le permitió realizar sus estudios primarios en la prestigiosa
escuela de los Hermanos Cristianos de la Salle.
Vino al mundo en el seno de una
típica familia de la clase media serrana; su padre fue don Carlos Alberto
Andrade Sosa, hombre de una profunda fe cristiana y de una auténtica convicción
religiosa. Participó muy activamente como miembro de la Congregación del Señor
de la Buena Esperanza. En su juventud se desempeñó como maestro de educación
primaria en la ciudad de Cuenca. Trabajó, después, en el Servicio Químico del
Ejército y luego en la Caja del Seguro, hoy Instituto Ecuatoriano de Seguridad
Social, en el cual se jubiló.
Su madre, Isolina Paredes Vela,
nacida en la pequeña población de Tanicuchi, provincia de Cotopaxi, fue una
mujer piadosa. Aceptaba haber sido estricta en la formación espiritual de sus
hijos, de los cuales prefirió a Carlomagno, seguramente por ser el primero, por
las bondades de su carácter y también por su permanente ausencia, desde los
días de su vida de interno en el Seminario hasta los largos períodos que debió
servir en todos los rincones del País.
Los abuelos paternos de Carlomagno
Andrade fueron Fidel Andrade Balseca y Lucinda Sosa Gallardo; por parte de su
madre, Timoteo Paredes Merino y Victoria Yánez. Todos los apellidos de sus
ancestros son de familias de antiguo asentamiento en la sierra centro y norte
del Ecuador.
Los años en los que transcurrió su
infancia fueron preponderantemente bélicos. Cuando ingresa a la escuela
primaria ha vivido la mitad de esa década trágica que fue testigo de la segunda
guerra mundial. La excelente educación brindada por los Hermanos Cristianos,
mezcla en su espíritu sentimientos místicos e insatisfacciones cívicas que
conformarán su carácter hasta los días finales de su existencia. Admira la
edificante vida del patrono de su Escuela, el hermano Miguel, cuyo ejemplo es
motivante para los niños educados bajo la Imagen tutelar del Santo cuencano.
Don Carlos, su padre fue, como se
dijo anteriormente, un hombre de profundas convicciones religiosas. Es
entendible, por lo mismo, que habrá deseado, muy íntimamente, que su primer
hijo sea sacerdote. Así, en 1952, Carlomagno ingresa como interno al colegio
Loyola, de los padres jesuitas. La vida del internado es de intensos estudios,
de estricta formación religiosa y de sostenidos esfuerzos físicos. Allí
comienza a formarse en esa austera y estricta disciplina que fue característica
de su vida. Durante aquel período, cada semana, los días domingo, la familia
emprende el paseo hacia el Seminario, ubicado en Cotocollao, entonces pequeño
pueblito aledaño a Quito, hoy uno de sus barrios, para pasar con su hijo las
cortas horas permitidas para las visitas.
Las vacaciones del colegio coinciden
con el período ordinario de sesiones del Congreso Nacional. Consciente de la
necesidad de contribuir al sustento de la familia, consigue emplearse como
mensajero. El trabajo consiste en hacer pequeños encargos para los
legisladores: llevar correspondencia y otras tareas de similar naturaleza. A
cambio recibe propinas que dependen, más que de la dificultad de los trabajos,
de la generosidad de los senadores y diputados. En los momentos en que no está
realizando algún encargo escucha atento las intervenciones de los legisladores
y comienza a hacerse su propia imagen de la política nacional, de los problemas
que soporta el país y de las noticias que llegan del exterior.
Temas de la guerra fría y las Intervenciones
magistrales de algunos legisladores motivan interesantes reflexiones y
comentarios del joven Carlomagno en las reuniones familiares.
Comprende que su vocación no es la de
la vida religiosa y sale del Seminario. Ingresa al Instituto Nacional Mejía.
Cursa en él solamente un año lectivo. Pasa luego al colegio normal católico
"Carlos María de la Torre", en el cual termina el tercer curso de
bachillerato, con la firme decisión de plantearles a sus padres su interés por
ingresar al Colegio Militar, para enrolarse en la carrera de las armas.
En esos días la familia Andrade vive
en la calle Rumipamba, en la casa número 444. Son cinco hermanos: Carlomagno de
17 años, Mario de 14, Héctor Aníbal de 11, Wilson de 7 y Ruth de 5.
Entonces, como hoy, no era fácil
ingresar en el Colegio Militar. La selección era rigurosa y se necesitaba
realizar gastos significativos para la adquisición de uniformes y equipo.
Carlomagno planteó a sus padres su interés por ingresar en la carrera militar.
Ellos le apoyan. En su solicitud de ingreso al Colegio Militar afirma:
"....cuento con el asentimiento de mis padres, que firman conmigo la
presente solicitud...Por cuanto reúno los requisitos reglamentarios, pido a Ud.
señor Director, se digne tomarme en cuenta como aspirante a Cadete para el
próximo periodo lectivo de 1956 a 1957, pues deseo prepararme para obtener el
grado de subteniente del Ejército."
En el certificado de buena conducta
presentado al Colegio, por alguien cuya firma es difícil descifrar, se puede
leer lo siguiente: "...certifico que conozco a dicho aspirante, como
también a sus padres que tienen a su favor una vida de total consagración al
trabajo y educación de sus hijos, siendo el aspirante en mención estudiante
serio, franco, dotado de carácter enérgico, de probada rectitud, honorabilidad
y de muy buena conducta, cualidades que pueden hacer del peticionario un muy
buen cadete del Colegio Militar..."
Como se ve que, en efecto, esta
persona conocía muy bien a la familia Andrade Paredes, porque sus afirmaciones
resumen de manera fiel los méritos que les adornaron y que aún hoy día les
caracteriza. No se equivocó, además, al pronosticar que el joven Carlomagno
llegaría a ser un muy buen cadete, porque en efecto lo fue durante los cinco
años de su paso por el Colegio Militar "Eloy Alfaro."
b) ¿Cuáles fueron sus principales logros personales y
profesionales?
f) ¿Cuáles
fueron sus principales retos y como los supo solucionar?
*Servir a la patria, sacrificada y eficazmente, donde la patria lo
requirió.
*Veló por la integridad de sus fronteras. Evitar un conflicto armado
entre las naciones fronterizas era indispensable para el general.
*En la Guerra de Paquisha (1981) en él que él fue comandante y
combatiente en la cordillera del cóndor. Respondió con valor, lealtad y
determinación a su país.
*Su valor físico y moral, fue muchas veces sometido a pruebas cruciales
y respondió airosamente, pero sin aspavientos.
*Tuvo una trágica muerte en acto extraordinario de servicio a la patria.
f) ¿Porque
motivos es reconocido en la universidad?
Carlomagno Andrade Paredes fue una persona ilustre,
sin la cual la Universidad De Las Fuerzas Armadas ESPE, no hubiera llegado a
ser lo que es hoy en día. A él le debemos la creación del Instituto
Agropecuario Superior Andino “IASA” el cual lleva el nombre del General Del
Ejército Ecuatoriano Carlomagno Andrade Paredes.
La Carrera surge como un proyecto innovador, con el
avance tecnológico, las necesidades del entorno y la difusión de
proyectos, trascendiendo barreras
nacionales, proyectándose a nivel internacional, por tal motivo, la carrera de
Ingeniería Agropecuaria se ha convertido en una carrera de corte clásico.
Esta
institución está dedicada al desarrollo económico del país mediante la
agricultura, ganadería e industrialización del país. Por iniciativa del general Carlomagno
Andrade Paredes, IASA nace un 4 de febrero de 1992, por resolución Nº 920011
del ilustre consejo politécnico de la ESPE. Esta inicia sus actividades el 4 de
abril de 1994 en las instalaciones de la Hacienda “El Prado”
Carlomagno Andrade Paredes
diseñó el proyecto como un centro alternativo integral de formación superior
agropecuario, que combine la seriedad, credibilidad y otros valores de las
Fuerzas Armadas, con las experiencias educativas nacionales e internacionales,
y forme profesionales competentes e integrales que contribuyan a la solución de
los problemas del agro, generando progreso social y crecimiento económico para
el país.
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